viernes, 18 de julio de 2008

El rey Abdalá, ese cruel tirano hipócrita

Se está celebrando durante esta semana en Madrid una curiosa conferencia, que no sé muy bien cómo catalogar. La Liga Mundial Musulmana, bajo los auspicios del rey Saudí Abdalá está celebrando la “Conferencia Internacional del Diálogo”.
Si, lo han leído bien: diálogo. Ya saben, musulmanes, Corán y diálogo son “prácticamente” sinónimos.

En la inauguración de la Conferencia, que ha tenido lugar en el Palacio del Pardo, el monarca Saudí nos ha regalado los oídos con algunas “perlas” como estas:
- “El Islam es la religión de la moderación, la ponderación y la tolerancia”. Que les pregunten a las mujeres y a los homosexuales lo tolerantes que son en los países musulmanes.
- “Hay que abogar por un diálogo constructivo entre los seguidores de las distintas religiones”. Hasta ahora sólo conocemos a los que ponen bombas y a los suicidas. Supongo que el segundo capítulo del guión será el diálogo con los que queden de otras religiones.
-“Los enfrentamientos vividos por la humanidad no han estado motivadas por las religiones, sino por el extremismo de algunos de los seguidores de estas religiones”. Nos ha jodido, con perdón. Un libro o una idea ni mata ni se enfrenta con nadie.
- “La diversidad de religiones puede ser un medio para la felicidad de los humanos, porque si Dios hubiera querido otra cosa, hubiera impuesto una sola religión para toda la humanidad”. Ya. Por eso, a todos los que no abrazan el Islam los consideran “infieles”. O por eso, los judíos no pueden entrar en La Meca.


Es curioso que todo esto lo diga el dictadorzuelo de un país, Arabia Saudí, que no reconoce la libertad de conciencia ni los derechos de las mujeres (a las que, por cierto, ni siquiera mencionó en todo su discurso). Un país en el que las prácticas que no deriven del Islam están penadas cruelmente. Un país, en suma, en el que las libertades de sus ciudadanos están completamente restringidas.
¿Saben por qué se realiza esta conferencia de la Liga Mundial Musulmana en Madrid?
Como el mismo rey Saudí reconoció, esta Conferencia no podía realizarse en su país debido a la estricta observancia de la Ley Coránica, que hace que los practicantes de otros cultos sean perseguidos. ¡Viva la tolerancia y la diversidad de religiones!

Entre los asistentes a la conferencia, algunas “joyas” como William Baker, presidente de Christians and Muslims for peace (CAMP), neonazi reconocido internacionalmente y ex miembro del KKK, o Ingrid Matsson, presidenta de Islamic Sociaty of North América y reputada promotora del wahhabismo, la corriente más radical del sunismo que ha sido adoptada por los miembros de organizaciones terroristas como Al Qaeda.

En la inauguración de la Conferencia estuvieron presentes tanto el rey Don Juan Carlos como el presidente del gobierno Rodríguez Zapatero.
No voy a criticar que la Conferencia se celebre en España. A diferencia de Arabia Saudí, en nuestro país se pueden celebrar actos de cualquier religión sin temor a acabar en la cárcel o tumbados no muy plácidamente a dos metros bajo tierra. Pero, ¿era necesario que con su presencia, nuestros dos máximos mandatarios legitimasen el discurso de este cruel tirano hipócrita?
¡Ah, claro! ¡Se me olvidaba que nos vende petróleo!

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